Perdonar para Vivir
Palabra de Dios: “Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.” (Lucas 6:36-37)
Perlas: Estos versículos entregan el mismo mensaje que Gálatas 6:7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Es increíble cómo, cuando fallamos, todos pedimos perdón, y añoramos con todas nuestras fuerzas ser perdonados. Sin embargo, cuando somos nosotros los ofendidos, no perdonamos, o si perdonamos, normalmente nos tomamos un buen tiempo mientras la otra persona sufre un poco. ¿Suena familiar? Hoy la Palabra de Dios nos llama a sembrar bien, a sembrar misericordia, gracia y perdón, en lugar de juicio y condenación. Lo que sembremos, eso mismo vamos a cosechar. Qué bueno sería arrepentirnos y pedir perdón a Dios por las malas siembras que hemos hecho por tantos años, y comenzar a sembrar cosas buenas.
Oración: Señor, reconozco que he sembrado muy mal, y que son muchas las veces que no he sido misericordioso, ni compasivo, y en cambio, he escogido guardar resentimientos y odio en mi corazón. Hoy te pido perdón porque he jugado a ser juez y un dios sobre la vida de los demás, y no he entregado a otros la gracia y el perdón que Tú me has dado a mí. Hoy decido levantarme de esa silla de juez, que solo te corresponde a Ti, y decido entregar, a cada persona que me ha herido, el mismo perdón y la misma gracia que he recibido de Ti. Guíame Espíritu Santo. En el nombre de Jesús.
Reto del día: El mejor regalo que te puedes dar a ti mismo es perdonar a los que te han herido. Continúa haciendo el ejercicio de la silla vacía. No te canses de perdonar porque tú eres el gran beneficiario. Perdona una persona a la vez, una ofensa a la vez. Evita decir: te perdono por todo lo que hiciste. Ponle nombre a la emoción y perdona una a una.
Pastores Jaime y Liliana Garcia
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