Julio 3, 2023
UN MOMENTO CON DIOS
Seguros en Él
Palabra de Dios: “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”
1 Juan 5:14-15
Perlas: Es muy difícil vivir la vida cuando vivimos atrapados en la inseguridad. Muy comúnmente, aún siendo cristianos, seguimos teniendo muchas luchas e inseguridades. Hay algunas cosas que podemos tener la certeza absoluta que SON la voluntad de Dios para nuestra vida y que si se lo pedimos, Él nos oye y nos concede lo que hemos pedido; una de esas cosas es que nos enseñe a vivir seguros y confiados en Él, ya que ES la voluntad de nuestro Padre celestial restaurar nuestro seguridad y nuestra dignidad en Él.
Lidiamos con inseguridades respecto a decisiones triviales (aceptar o no una invitación, comenzar una nueva forma de alimentación, cómo administrar las horas del día, mudarse, entrar en un negocio, etc.), o trascendentales, por ejemplo, casarse, tener hijos, iniciar una empresa, comprar una propiedad, buscar ayuda o restauración, decir Sí a servir en la iglesia, etc.). Pero hay otro tipo de inseguridad más profunda y está relacionada con quiénes somos, si valemos o no, si pertenecemos o no, si somos amados o no, si realmente sí tenemos un propósito o no.
La inseguridad nos hace mucho daño porque su objetivo no es solo destruir nuestra estima propia, sino dejarnos paralizados y que nunca podamos disfrutar la vida que Dios diseñó para nosotros, ni siquiera los regalos que ya nos fueron dados, como Su perdón, salvación, libertad y amor sin condiciones.
La mayoría de nosotros hemos sido víctimas de esas voces terribles del mundo (y del enemigo de nuestra alma) que nos gritan que no somos suficientes, que no valemos nada, que no servimos para nada, que nunca vamos a lograr nada, que nuestra vida no tiene ningún significado. Estas voces tienen mucho poder particularmente cuando no hemos atesorado la Verdad de Dios, allí es cuando las mentiras son poderosamente destructivas; entonces nos comparamos con los demás, nos medimos de acuerdo a los estándares del mundo (de éxito, de belleza, de inteligencia, de felicidad), los cuales no tienen nada que ver con los estándares de Dios. Cuando hacemos esto, inevitablemente terminamos desvalorizándonos completamente, y esto nos lleva a una carrera miserable por llegar a ser, tener y hacer lo que Dios jamás planeó para nosotros.
Si tan solo entendiéramos cuánto valemos para Dios. El día que eso ocurra terminará nuestra carrera miserable de inseguridad. Valemos el precio que fue pagado por nosotros: La Sangre de Cristo. El día que comprendamos esto en el centro de nuestro espíritu, seremos libres de la maldición de la inseguridad. Allí está nuestro verdadero valor y dignidad, dos cosas que necesitamos desesperadamente.
Oración: Padre amado, gracias por el regalo de conocerte y de poder caminar la vida de Tu mano. Pero reconozco que la inseguridad todavía domina en ciertas áreas de mi vida. Necesito que me liberes, estoy agotado. Revélame en lo profundo de mi ser quién soy y cuánto valgo. Enséñame a vivir seguro en Tus brazos, en Tu cuidado y en Tu amor que nunca deja de ser.
Reto del día: Escribe en tu diario lo que Dios hable a tu corazón. ¿Cuánto me amas?¿Cuánto valgo para Ti, Padre? ¿Quién soy para Ti? ¿Tengo un propósito?
