Tierra de Gigantes
Palabra de Dios: “Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.” Salmos 34:19
“No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría.” Salmos 94:18-19
“no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.” Nehemías 8:10b
“Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el furor del que aflige? El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en la mazmorra, ni le faltará su pan. Porque yo Jehová, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos. Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú.” Isaías 51:12-16
Perlas: La tristeza y el desánimo son dos gigantes terribles con los que muchos hemos tenido grandes batallas. Se alimentan principalmente de la falta de perdón, gratitud, fe y confianza en Dios. Lo único que quieren estos dos gigantes es: Detenernos para que no avancemos.
Que nos quedemos hundidos.
Que nos sintamos absolutamente solos (aunque estemos rodeados de muchas personas).
Que no podamos ver las maravillas que Dios ha preparado para nosotros.
Estos dos gigantes tienen una particularidad: no gritan, solo susurran, pero dicen palabras que penetran muy profundamente la mente y el corazón, como por ejemplo: No vale la pena seguir viviendo, si te mueres no le harás falta a nadie, no vale la pena seguir luchando, a nadie le importas, tu vida no tiene sentido, trabajar no tiene sentido, estudiar no tiene sentido, ir a la iglesia y orar no tienen ningún sentido, Dios no existe, Dios los escucha a todos menos a ti, Dios no es bueno, nadie te ama, entre otras tantas.
La estrategia que el Poderoso Gigante nos da para derrotar estos gigantes consiste en aprender a confiar y a creer en Su amor y cuidado para con nosotros. Hay algo maravilloso que nace en nuestro ser cuando aceptamos y entendemos que existe Alguien que nos ama sin condición alguna, y que Su amor es más que suficiente para llenar todos nuestros vacíos y sanar todas nuestras heridas. Eso que nace se llama GOZO. La Biblia dice que el gozo del Señor es nuestra fortaleza, es decir, que el gozo nos empodera y nos capacita para levantarnos, caminar, avanzar y vencer todo aquello que pareciera ser más grande que nosotros.
No es posible sentir gozo y temor al mismo tiempo. No es posible sentir gratitud y temor al mismo tiempo. No es posible sentir paz y angustia al mismo tiempo. No es posible sentir amor y compasión, al mismo tiempo que sentimos odio.
