UN MOMENTO CON DIOS
Una Vida Transformada
Palabra de Dios: “según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él.” Efesios 1:4
“Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.” Salmos 139:13-14
Perlas: Al enfrentarnos a la idea o a la invitación de ser transformados, es muy importante que aprendamos a ver lo que Dios ve. Estos pasajes que leímos nos muestran la manera tan maravillosa como Dios nos hizo, nos formó, nos escogió, nos amó y nos dio un propósito. Él ama Su creación. Todo lo que Dios hace es perfecto. Él no comete errores. Tú no eres un error ni tampoco eres un accidente. Cuando nos invita a una transformación, definitivamente se refiere a todo aquello que no forma parte de Su diseño. Transformarnos hasta llegar a ser el hombre/mujer que Él creó. El cambio de una persona no ocurre de la noche a la mañana, pero ¡Puede comenzar ahora mismo! Tal vez estás cansado de la manera como has estado viviendo, o eres muy consciente de que necesitas cambiar en ciertas áreas de tu vida, y eso está muy bien; abre las puertas de tu vida para la transformación, sabiendo que Dios te ama tal como Él te creó.
Oración: Padre, gracias por haberme formado con Tus manos en el vientre de mi madre. Escojo creer que no soy un error ni un accidente. Te confieso que me es más fácil ver todo lo malo que hay en mí; ayúdame a ver y apreciar las cosas buenas que sí tengo, las cuales Tú plantaste en mí, y a usarlas para Tu gloria en esta tierra. Ayúdame a entregarme y permitirte que me transformes en aquellas áreas en la que necesito ser transformado. En el nombre de Jesús le doy la bienvenida a los cambios que Tú, mi Creador y mi Padre, quieras hacer. Amén.
Reto del día: ¿Qué áreas en tu vida reconoces que necesitan ser transformadas? Escríbelas. ¿Qué cosas buenas puedes ver en ti, que sabes que Dios plantó en ti y son parte de Su diseño?
Escríbelas también. Dale gracias a Dios por lo bueno y dile que tu corazón está listo y dispuesto a ser transformado.
Pastores Jaime y Liliana García
