UN MOMENTO CON DIOS
Una Vida Transformada
Palabra de Dios: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:22-23
Perlas: Hemos aprendido que es necesario desechar nuestra antigua manera de vivir (ropas viejas) ser renovados, ser llenos, y revestirnos con todo lo que el Señor preparó para nosotros: nuevas vestiduras. ¿Cómo se ven esas nuevas vestiduras? Lo acabamos de leer en Gálatas. Tenemos que quitarnos (desechar) el odio, la ira, el temor, las faltas de respeto, la ansiedad, la depresión, y cambiarlos por amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, fe y dominio propio. ¿Crees que Dios puede ayudarte a vivir esta transformación? Sí, Él puede y Él quiere. El fruto de Su Espíritu habita en ti desde el momento en que recibiste a Jesús en tu corazón. Ahora el reto es caminar y vivir en el Espíritu. Él te ama, y si se lo permites, Él lo hará. Tu parte será no hacer lo que tu vieja naturaleza te grita que hagas (a la vieja manera) y obedecer a Dios. Poco a poco, esa voz se irá debilitando, tu espíritu se irá fortaleciendo, y la voz de Dios será más fuerte. Los frutos de tu transformación serán cada vez tan dulces y contundentes, que no querrás volver atrás, al contrario, crecerá en ti la pasión por descubrir más de la vida de Dios en ti. Tú y todos a tu alrededor serán bendecidos por tu cambio, y muchos querrán tener lo que tú tienes, la paz, el gozo, el amor, la sabiduría. Serás luz en medio de la oscuridad.
Oración: Padre, quiero ser transformado por Tus manos, las mismas que me crearon. Mi alma anhela poder vivir en paz, y poder amar genuinamente a mi familia. Anhelo poder perdonar y pedir perdón como estilo de vida. Anhelo vivir en gozo, aún en medio de las pruebas de la vida. Anhelo ser luz. Estoy dispuesto a obedecerte, y a hacer mi parte. Te pido que Tú hagas lo que tengas que hacer en mí. Me entrego en Tus brazos de amor.
Reto del día: ¡El fruto es para compartirlo! Dale amor a aquella persona que te resulta difícil de amar. Sé paciente con esa persona con quien has tendido a desesperarte. Dios ya te está mostrando esos rostros… ve, camina en el Espíritu, y pinta una sonrisa en el rostro de Dios.
Pastores Jaime y Liliana García
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