Palabra de Dios: “Vivimos por fe, no por vista” 2 Corintios 5:7
Perlas: Vivir en el Espíritu significa caminar por fe, escoger creerle a Dios y Su Palabra, a pesar de lo que nuestros ojos vean. Muchas veces lo que vemos nos lleva a un proceso de decisión basado en las emociones, en experiencias pasadas y en nuestra lógica/inteligencia humana. Vivir en el Espíritu, vivir por fe y no por vista, significa que nuestra brújula sea la Palabra de Dios, la voz de Su Espíritu susurrando Su voluntad en nuestros corazones, y escoger obedecerlo a Él Si nuestra brújula son las circunstancias, la opinión de los demás, los noticieros, nuestras emociones o nuestra carne, estaremos indiscutiblemente perdidos; cambiaremos de rumbo cada vez que las circunstancias cambien, a la merced de los demás, o cada vez que nuestras emociones suban o bajen. Esto sería un sinfín de cambios de dirección y jamás llegaríamos a nuestro destino final, a nuestro único norte, la meta que es Cristo. Cuando el panorama se vea oscuro, ese es el momento perfecto para aprender a confiar y descansar en Dios. Cuando todo se vea confuso, es el momento perfecto para aprender a dejar que Dios dirija nuestros pasos. Vivir en el Espíritu es obedecer a Dios en todo momento, es decirle siempre Sí a Él, y decirle NO a la carne, al mundo y al enemigo. Una vida de fe, es una vida de obediencia. Cuando realmente le creemos a Dios, le obedecemos.
Oración: Señor, reconozco que muchas veces mi brújula no ha sido Tu Palabra, ni Tu voz en mi corazón. Veo una fuerte tendencia en mí hacia tomar decisiones basándome en lo que veo, en lo que pienso, o en lo que otros dicen. Son demasiadas voces en mi vida opinando. Perdóname por cada vez que he desechado Tu voz y Tu Palabra, y he caminado por vista, no por fe. Quiero aprender a vivir en el Espíritu, que Tu Palabra sea mi brújula y que Tu voz en mi corazón sea ese susurro que guía mis pasos.
Reto del día: Para este reto debes invitar a alguien que te acompañe. Venda por completo tus ojos (sin hacer trampa). Preparen juntos un recorrido dentro de la casa con obstáculos (o tal vez ya hay suficientes). Déjate guiar por la “voz de Dios” para no tropezar. Él ve lo que tú no puedes ver. Caminar por fe es caminar creyendo que esa voz te está diciendo la verdad y realmente guiando por el mejor camino. Es un ejercicio de aprender a confiar y a caminar por fe, no por vista. En tu día a día, acuérdate de este ejercicio; tus ojos están parcialmente vendados porque solo Dios lo ve todo. Escucha Su voz, déjalo guiarte y obedécelo. Jamás te arrepentirás porque Su guía es perfecta. Dios siempre está en lo correcto, eternamente Él tiene la razón. Realmente vale la pena y nos conviene caminar por fe.
Pastores Jaime y Liliana García
