En esta segunda sección continuamos en nuestra mini serie de (1 Corintios 11:2-16), en esta ocasión estamos estudiando el versículo tres, para tener un fundamento sólido en cuanto a practicar la sujeción bíblica aun cuando al mismo tiempo en esencia somos iguales. Hoy siglo 21 los roles del hombre y la mujer están siendo cuestionados y lamentablemente, el feminismo está haciendo estragos dentro de la iglesia. Acompáñanos en este estudio para entender que la subordinación en cómo Dios lo diseño es lo que debemos practicar. La cabeza del hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza de Cristo es Dios. Así como en esencia dentro de la Trinidad son co-iguales, de la misma manera, el hombre y la mujer en esencia son iguales pero con roles diferentes.