Listen

Description

El deseo de deleitarnos es parte de haber sido creados a la imagen y semejanza de Dios. En nuestro verso de hoy, en Salmos 37:4, estamos viendo un mandato. No es una insinuación ni una sugerencia. Hay una obligación moral de nosotros, de deleitarnos en Dios; tener real placer en Dios. Una buena pregunta sería, ¿qué tiene que ver todo esto con la revolución sexual?