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Description

El pasaje que discutimos en esta ocasión, habla de un ancla del alma. Una esperanza ciertísima, una promesa de la cual no hay posibilidad de que no ocurra. El autor de Hebreos habla en esta ocasión de dos cosas que son inmutables: la promesa y el juramento de Dios. Y son inmutables, no tienen variación, porque hablan del carácter de Dios. Dios no puede faltar a una promesa. Juró por sí mismo. Escucha aquí