Entramos a la última parte del capítulo 7 de la epístola a los Hebreos, en que el autor resume la grandeza del sacerdocio de Cristo, haciendo la diferencia una vez más entre la mediación de sacerdotes humanos con defectos, y la mediación de Cristo como Sumo Sacerdote perfecto, sin mancha; el Cordero prometido. Escucha aquí