En nuestro pasaje de hoy, hay una amonestación severa. El autor de esta carta a los Hebreos estaba escribiendo a la iglesia preocupado porque los judios convertidos estaban tentados de volver al judaísmo. Por eso él toma los primeros 10 capítulos de la carta para resumir que si abandonan a Cristo, habrán abandonado la salvación. Ya por 10 capítulos ha venido mostrando la superioridad de Cristo sobre ángeles, sobre los sumos sacerdotes, sobre Moisés, sobre el sistema de sacrificios en el tabernáculo. Ahora el autor entra en la parte de aplicación de esa doctrina. Pero trae una amonestación y advierte a los que han hecho profesión de fe, que si se apartan, dicha profesión de fe habrá sido una profesión fingida. Les advierte del peligro de enfrentar la condenación eterna. Por lo tanto, está hablándole a personas que no tienen una profesión de fe sincera. Se le está hablando de la condenación eterna a gente que podría ir al infierno desde los bancos y sillas de la iglesia, que nunca tuvo una profesión de fe real; que no tuvo un nuevo nacimiento, sino que ha estado calmando su conciencia y sentido de culpa, sin salir con una transformacion genuina. Escucha aquí