Te presento el círculo vicioso:
“No quiero estar sola → No me conozco → No me amo.”
Y vuelta a empezar.
No quieres estar sola porque no te conoces.
No te conoces porque nunca te has dado ese espacio.
Y al no conocerte, no llegas a amarte.
Entonces… no quieres estar sola.
Atrévete a romper ese círculo vicioso.