Un programa que originalmente se iba a tratar de amores imposibles y hasta cierto punto igual se trató de eso pero de muchas otras cosas más, con accidentes de por medio. Lo bacán que es El Exorcista, aceptar literal y metafóricamente los errores, cuestionar la noción misma de ese error, García Lorca andando en taxi, mis poemas adolescentes, la llegada de la primavera y el esperado momento en que me di cuenta que la depresión ya no me va a matar, el maldito misterio que junta el cariño con el apareamiento, decir que un árbol sobra y la calle que grita Dulce Bastarda. Hay Tantas Flores.