Sobre fútbol y esqueletos de multitudes. Pasolini, el invento más solitario de Dios, una canción que puede ser un puente, lo irreversible del gol, prosa y poesía en la cancha, reencarnar en un país intocado por la guerra, los lirios, la vida peligrosa, la fiebre de un sábado azul y la reconciliación de los seres humanos con el hecho de tener cuerpo. Una bala detrás de la oreja y la otra en la región del corazón.