Julián tiene 23 años y me molesta porque dice que soy un viejito. Nos conocimos en el Bogotá Fashion Week y desde ese día quedamos en que tenia que invitarlo a un episodio del podcast. “¿Pero de qué hablamos? Yo nunca he estado en un podcast, qué tal que no sepa que decir”…
Sin libreto, sin preparar tema, nos sentamos a conversar sobre su vida, sobre el pride y sobre nosotros. Julián tiene una de esas personalidades arrolladoras que lo atrapa a uno en un segundo y es de esas personas con las que uno puede sentarse a hablar por horas. Su historia es claro ejemplo de que las cosas si mejoran y que se debe vivir desde el amor. Siempre.
