Decir adiós es una de las acciones más difíciles que puede afrontar el ser humano. Implica renunciar a algo o a alguien que ha formado parte de nuestra vida, y aceptar que ya no estará más con nosotros. Es un proceso de duelo que requiere tiempo, valentía y madurez. En el ámbito de la política, saber decir adiós es especialmente importante, pues implica reconocer que el poder es efímero y que los votantes son los que tienen la última palabra. No se trata de aferrarse a un cargo o a una influencia que ya no se tiene, sino de dejar paso a las nuevas generaciones y a las nuevas ideas.