El mensaje de hoy fue escrito por mi
amigo, el Pastor Invitado, el Reverendo E. Stanley Ott.
Mi
esposa salió de casa para hacer un mandado en el auto y un minuto después vi
que me estaba llamando. Justo al final de la calle, ella había visto una gran
tortuga de caja caminando en medio de la calle. Ella me llamó porque sabía que
la tortuga estaba en peligro.
Salí
rápidamente de nuestra casa y encontré a la tortuga caminando lentamente justo
en el carril de los autos. Las tortugas de caja en realidad pueden vivir de 50
a 100 años. Esta tortuga era la más grande que jamás había visto con muchas
marcas y cortes en su caparazón. Eso me indicaba que era una tortuga muy vieja,
aunque sabía que no iba envejecer más al exponerse por la calle.
Lo recogí por el lado de atrás, de tal
forma que su boca no podía alcanzar mi mano. Lo llevé a un bosque cercano para
dejarlo ir. Caminado a casa, me di cuenta de que nos parecemos mucho a esa
tortuga. A veces estamos en un lugar que pensamos que está bien, pero en
realidad no es seguro para nosotros. A veces necesitamos que alguien venga a
nuestro lado y ¡nos rescate!
Jesús
dijo: “Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas.
¿No deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la oveja perdida
hasta encontrarla?” Lucas 15:4 Jesús rescata a su pueblo tal y como un pastor
rescata a sus ovejas.
Oremos:
Señor, tú siempre nos cuidas. Cuando estamos en un lugar inseguro, tú siempre
estás con nosotros. Tú nos animas y nos amas. Muchas gracias por ser el buen
Pastor.
¡Por
favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!
