Billy Strayhorn cuenta sobre un programa de televisión acerca de la naturaleza que
una vez vio y se trataba de osos negros. Había un cachorro en particular que
había quedado huérfano y luego adoptado por un nuevo padre oso. En algún
momento, en el programa, los dos osos se separaron y el cachorro comenzó a
llorar. El pequeño comenzó a buscar por todos lados a su nuevo padre. Luego,
justo cuando se acercaba a un arroyo, levantó la vista y vio a un león de
montaña listo para atacar.
La
cámara enfocó al cachorro que intentaba hacer lo que hacen los osos cuando son
amenazados. Se puso de pie sobre sus patas traseras y mostró los dientes.
Luego, el cachorro soltó un gruñido que debería haber sacudido los árboles. Sin
embargo, solo salió un chillido de cachorro de oso. Justo cuando creías que el
león de montaña estaba listo para almorzar al cachorro, para sorpresa de todos,
el gran felino bajó la cabeza y salió corriendo en la dirección opuesta.
La
cámara volvió a enfocarse y expandirse sobre el orgulloso cachorro que seguía
de pie sobre sus patas traseras. Todos los espectadores pudieron ver lo que ese
pequeño cachorro no podía ver: a pocos metros detrás de él, a una altura total
y feroz, con sus afilados dientes blancos expuestos en un gruñido, se
encontraba el papá oso. Puede que no haya emitido ningún sonido, pero estaba
allí.
Strayhorn
señaló que: “…aunque el cachorro no podía ver a su padre, su padre estaba de
guardia, protegiendo a su cría. El pequeño cachorro tenía un poder disponible
mayor que cualquier cosa que pudiera producir por sí mismo. Había un mayor
poder velando por él.”
A
menudo en la vida tenemos miedo. A veces nos volvemos ansiosos e inquietos. A
veces dejamos que la preocupación o la confusión nos superen. A veces, nos
olvidamos de que nosotros también tenemos acceso a un poder superior.
Oremos:
Amado Dios, en esos momentos de ansiedad y miedo, ayúdanos a volvernos hacia
ti. Recuérdanos sacar de ti nuestra fuerza, valor y sabiduría. Concédenos la
capacidad de confiar. Finalmente descansamos en tus manos. ¡Gracias Señor!
Amén.
¡Por favor siéntanse
libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!