ORACIÓN INTENCIONAL.
Orar por nuestros familiares y amigos, debe ser una parte muy especial de nuestras vidas en Cristo. Nuestras oraciones también tienen que extenderse por las personas que son partes de nuestra vida ministerial, incluso por las personas a las cuales hemos compartido el evangelio de nuestro Señor. Posiblemente al momento de contar a todas las personas por las cuales tendríamos que orar, se nos haga una lista inmensa de nombres, pero eso no nos tiene que detener en nuestras intenciones de orar por ellas, porque la oración intencional por aquellos que conocemos es poderosa, y podemos tener la certeza de que el Señor nos escucha, y dará respuesta a nuestras plegarias. Una de las personas que frecuentemente oraba al Señor por sus conocidos era el apóstol Pablo. Siguiendo el ejemplo del apóstol, empecemos a tener el buen hábito de orar a nuestro amado Padre celestial por la vida de todas las personas que han formado parte de nuestras vidas, o han pasado por ellas. Filipenses 1:3-5.