1.102.- Regresa el capitán Alatriste, el héroe de Arturo Pérez-Reverte, en Misión en París, donde cruza lances con los mosqueteros en las guerras de religión
La Biblioteca de Sollo. Episodio 106
(Entrevista de Manuel Sollo). “Si no nos ahorcan los franceses, tal vez nos ahorquen los españoles”. Alatriste ha vuelto. Estamos en el año 1627 y el capitán de los Tercios españoles debe cumplir una peligrosa misión secreta ideada por el conde-duque de Olivares. Será en territorio francés, donde los hugonotes de La Rochela, protestantes calvinistas apoyados por Inglaterra, resisten el asedio de los católicos de Luis XIII y el cardenal Richelieu. Las tres grandes potencias luchan por la hegemonía europea con inesperadas alianzas y traiciones. En este marco histórico sitúa Arturo Pérez-Reverte Misión en París (Alfaguara), la octava novela de la saga. Alatriste regresa catorce años después de su última aventura y al filo del treinta aniversario de la serie. Con todo, la nueva trama ocurre casi un año después de la fracasada aventura en Venecia, contada en El puente de los asesinos. Este salto temporal dota a este capitán Alatriste de un carácter más oscuro, marcado por silencios, remordimientos y fantasmas del pasado, y por ácidas críticas a aquella decadente España de los Austrias por la que daría la vida. Hasta la capital francesa le acompañan, como otras veces, Sebastián Copons y el poeta Francisco de Quevedo, a los que aquí se une el cordobés Juan Tronera. Les espera el joven Íñigo Balboa, narrador de estas correrías. En la escaramuza gabacha entrecruzarán lances con los famosos mosqueteros de Dumas. Un homenaje que acentúa el carácter aventurero de una saga a la que puede quedarle un último y definitivo episodio.