1.075.- Inma Aguilera narra en La pintora de la luz una trama artística y pasional entre los entresijos sociales y políticos de la construcción de la Plaza de España de Sevilla
La Biblioteca de Sollo. Episodio 79
(Entrevista de Manuel Sollo). De la loza sevillana a los azulejos trianeros. De las intrigas a las pasiones en los albores del siglo XX. Por estas propuestas artísticas y sentimentales transita Inma Aguilera en La pintora de la luz(Ediciones B), una novela que tiene de trasfondo la Exposición Hispanoamericana de 1929 y en concreto, la construcción de su majestuosa Plaza de España. La autora continúa la saga histórica de su exitosa La dama de la Cartuja y regresa a los escenarios ceramistas de Sevilla con Trinidad Laredo. Entonces, aquella protagonista de ficción había viajado desde Inglaterra a la ciudad para descubrir la historia de su familia. Ahora, en 1911, la marquesa de Pickman, propietaria de la fábrica, invita a Trinidad a participar en el gran proyecto del 29, junto al arquitecto Aníbal González, impulsor del regionalismo andaluz. La joven acudirá a las aristocráticas fiestas del Alcázar y a los humildes talleres del arrabal. Acompasando personajes reales e imaginados, la historia avanza entre las disputas de la lucha de clases en unaSevilla en decadencia, que llevó al Sindicato de Peones Albañiles a atentar contra la vida de González en 1920, y los entresijos sociales y políticos de una construcción que aspiraba a integrar a todo un país. Al mismo tiempo, doshombres se disputan el amor de una mujer libre y rebelde, educada en la selecta burguesía británica.