1.070.- Juan Manuel de Prada cierra en Cárcel de tinieblas el retrato de la supervivencia de falangistas y exiliados en el oscuro París ocupado por las nazis
La Biblioteca de Sollo. Episodio 74
(Entrevista de Manuel Sollo). “Es el trabajo de casi toda una vida”. Así responde Juan Manuel de Prada al ser preguntado por esta magna obra, Mil ojos esconde la noche (Espasa), de la que acaba de publicar su segunda parte, Cárcel de tinieblas, continuidad de aquella La ciudad sin luz, que salió hace once meses. 1.600 páginas que fueron un manuscrito de más de tres mil, porque la escribió a mano en un estado de febril inspiración. En esta continuación, el protagonista Fernando Navales, camisa vieja del yugo y la flecha, sigue con su relato en primera persona, ahora entre 1942 y 1944, en el París ocupado por los alemanes. La ciudad padece lossinsabores de una vida lúgubre entre sombras plagadas de falangistas, nazis y exiliados españoles. Navales despliega su resentimiento entre gentes que malviven y delinquen en un mundo que se derrumba. La venta de obras de arte falsificadas, el trapicheo de documentos falsos, el mercado negro son peligrosas vías de supervivencia. De estas páginas emergen personalidades como César González Ruano, Gregorio Marañón, Picasso, María Casares, Victoria Kent o Ana María Martínez Sagi, junto a otros secundarios tan reales como decisivos. No todos pudieron mantener actitudes ejemplares. El avance de las tropas aliadas, la represión nazi, el despiadado antisemitismo, los atentados de la Resistencia, los conflictos y las derivas internas del franquismo transforman el escenario en un crudo sálvese quien pueda, de la picaresca a la tragedia. Entre esos escombros, Navales buscará la redención.