1.043.- Pepe Ribas rememora en Ángeles bailando en la cabeza de un alfiler la creación de la revista Ajoblanco y los cambios de la explosión libertaria durante la Transición
La Biblioteca de Sollo. Episodio 48
(Entrevista de Manuel Sollo). Hay una historia del tardofranquismo y la Transición que apenas ha sido contada. Un tiempo en el que la contracultura y el underground se ilaban con los sueños y las aspiraciones juveniles. Hubo comunas jipis, LSD y hachís, liberación sexual, música salvaje en garitos y festivales, desafíos a las normas políticas y eclesiásticas. Esa rebeldía tuvo a Barcelona como epicentro primigenio. Sus gestas las cuentas un histórico ácrata, Pepe Ribas, en unas memorias alternativas, que son también la crónica apasionada de la creación de la revista Ajoblanco. Titula Ángeles bailando en la cabeza de un alfiler. La explosión libertaria de 1976 y 1977 (Libros del K.O.), aunque indaga en los gérmenes de aquella reacción contestaría:
Mayo del 68, las revueltas culturales norteamericanas y europeas, las incipientes protestas obreras en España, la asfixia ante una dictadura eternizada. Ribas critica con mordacidad el tacticismo político de los partidos
de izquierda, que anhelaban heredar los despojos del franquismo, y reivindica el ideario y la utopía anarquista. A su difusión se entregó aquel grupo de jóvenes que puso en marcha una publicación que reunió voces y miradas muy
dispares y abrió sus páginas a inquietudes tan reprimidas como latentes: el feminismo, los derechos LGTBI, la ecología, la antipsiquiatría, la prostitución. El primer número de Ajoblanco salió en octubre de 1974. Duró hasta 1980. Una época en la que llegó a vender cien mil ejemplares. Volvió de 1987 a 1999. Tuvo efímeros regresos en 2004 y 2017. Una
página web,https://www.ajoblanco.org/, mantiene viva su memoria.