REGALAR UNA SONRISA, Med Saludable Ora&Labora de Communitas Digital Laboral. PassaParola
La sonrisa que doy no puede ser sólo una mímica. Debe venir desde el fondo del corazón, porque cuando tengo a Dios, tengo paz; y cuando tengo paz, tengo un espíritu feliz.
A veces las situaciones que estoy viviendo pueden ser motivo de dolor, de llanto y angustia. Sin embargo, nada de esto me impide dar mi sonrisa, como un gesto de amor que destila lo amargo en dulzura y que transmite a los demás la esencia de lo que llevo en el alma: la certeza de la paz y la alegría.
“Un corazón contento alegra el semblante” (Pr. 15,13).
Mi corazón está contento cuando puedo amar en todas las situaciones: en la alegría y en el dolor. Porque mi mayor fuente de alegría se origina en el sufrimiento de Jesús en la cruz, cuyo fruto es su resurrección y mi redención.