En Murcia, en 1965, una tragedia sacudió a la familia Martínez del Águila.
Detrás de la sonrisa de Piedad, de solo 12 años, se escondía la más horrible maldad. Esta chica se encargó de acabar con 4 de sus hermanos uno por uno sin que nadie sospechara que ella estaba detrás de todo.