Ramón Laso tiene el dudoso honor de ser uno de los asesinos más escalofriantes de la historia negra de España.
Acabó con la vida de su mujer, Dolores, e hizo creer a los investigadores que ella misma se había quitado la vida para, 6 meses después, asesinar a sangre fría a su hijo mayor, Daniel. En esa ocasión, simuló un accidente, pero finalmente las autoridades descubrieron que él era quien estaba detrás de ambos crímenes.
Cumplió apenas unos años de condena y volvió a la calle para engañar a otras dos víctimas, Julia y Maurici, que desaparecieron sin dejar rastro, aunque la Policía da a ambos por fallecidos a manos de este hombre que, actualmente, vuelve a estar entre rejas.