Cualesquiera que sean las dudas y preocupaciones que puedan haber llenado sus corazones, fueron de corta duración. Porque, de repente, las mujeres notaron a un “joven” sentado sobre la piedra, Mateo 28:2-3. Este ángel ve su miedo y comienza a hablarles. Al hacerlo, él entrega un mensaje de esperanza que todavía tiene el poder de cambiar vidas esta mañana. Pongamos atención y escuchemos por nosotros mismos, "El mensaje del joven con ropas blancas".