Listen

Description

El versículo 18 de nuestro texto nos recuerda una de las
verdades más fundamentales en la vida de un cristiano. Esa verdad es ésta: ¡Aún no hemos llegado a casa! Mientras esperamos ser liberados de este mundo, debemos recordar que vivimos en un mundo que está bajo maldición. Como resultado de esa maldición, se están produciendo muchos gemidos y confusión. En medio de todo eso, es fácil desanimarse y es fácil querer darse por vencido.

Sin embargo, si hay algo que nos enseña este pasaje es que la vida espiritual es una vida de esperanza, lo cual produce diligencia. La palabra diligencia indica una actividad constante, serie y enérgica. ¡Es lo opuesto de darse por vencido! De hecho, el Espíritu de Dios es capaz de darnos esperanza durante los momentos difíciles de nuestras vidas.

Este pasaje se refiere a la lucha que se libra dentro y alrededor de todos nosotros ahora mismo. Pablo comparte con nosotros tres ámbitos de la vida donde, gracias a la esperanza, hay diligencia en medio de un mundo devastado. Miremos esto juntos. La esperanza del tiempo presente.