Cuando Jesús se les presentó a sus discípulos, lo hizo con el desafío de resolver las tormentas interiores que los sacudían. Cuando estamos bajo una tormenta interior nos traumamos, nos da miedo y le terminamos dando lugar al temor quitándole protagonismo a la fe.Jesús hoy nos dice: "No temas" y creemos en Su poder y en que nunca nos abandonará. Un mensaje que te llenará de esperanza.