Hans Schmidt fue un sacerdote católico alemán que ganó notoriedad debido a su participación en un notorio asesinato en la ciudad de Nueva York en 1913. Schmidt asesinó a Anna Aumüller, una joven mujer con la que mantenía una relación romántica, y luego desmembró su cuerpo.
El caso atrajo la atención pública y policial, y finalmente, Schmidt fue arrestado y condenado por el asesinato de Anna Aumüller. Fue uno de los primeros sacerdotes católicos en ser condenados por asesinato en los Estados Unidos. En 1916, Hans Schmidt fue ejecutado en la silla eléctrica en Nueva York. Su caso es recordado como un evento inusual y trágico en la historia de la Iglesia Católica en los Estados Unidos.