Basta de esa radio mental, que critica, juzga, exige. Esa parte nuestra que no hace más que enturbiar y complicar la realidad. Basta de creer en ella, de darle espacio. Es hora de hacernos cargo, de decir basta, de poner orden. Es hora del MINIMALISMO MENTAL. La vida es simple, es bonita. ¿Y si empezamos a vivir también así, simples y livianos? Eso si es una decisión. Y un trabajo.