Vengo de Nicaragua, he pasado allí apenas una semana, justo antes de ir a buscar a mi amigo Iñigo a Costa Rica -ahora estamos viajando juntos unos días-.
El caso es que en Nicaragua he reflexionado muchísimo:
Sobre cómo un estado puede condicionarte la vida.
Sobre mi relación con Nicaragua.
Sobre lo que me pesa en mi día a día.
Sobre lo que quiero con mi vida.
Sobre dónde quiero meter mi energía.
Y me ha ayudado mucho ver que estoy encarrilado bien desde hace tiempo. Que mis acciones están alineadas con mi propósito y que, poco a poco, voy consiguiendo pequeños logros.
Pero que, a su vez, ahora hay cosas que me pesan más que antes y que desgastan y ocupan espacio mental.
¿Estaré llegando a un punto en el que los negocios digitales ya no me están aportando lo que me aportaban antes?
Esto seguro, pero también es debido a que ahora mismo tengo proyectos físicos que me están llenando mucho, que requieren atención y también que tienen un retorno directo muy chulo.
Lo que quiero compartir con vosotros es que, sencillamente, con los años he cambiado mi manera de vivir la vida y que hay una parte de mis negocios digitales que me está pesando.
Pero es algo muy bueno, porque me conozco, y es justamente esto lo que me empuja al cambio. Es desde la incomodidad que se construye.
Así que me atrevo a predecir que este año viene con cambios :)
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