Segundas Oportunidades
Si la vida te ha ofrecido segundas oportunidades, regrésalas. No necesariamente con los que te han hecho mal, puesto que existen límites que no debemos dejar cruzar a nadie. Pero quizás con otros que te han hecho bien y nunca les has podido apreciar o reconocer. Hay gente muy cerca de ti ahora mismo que lleva años mostrándote amor y cariño y probablemente tu ego, la costumbre o tu inmadurez no te han permitido ser recíproco o corresponder de la misma forma con gracia y elegancia. Para aprovechar segundas oportunidades, debemos tener la capacidad en principio de reconocerlas, estar conscientes de esos episodios de nuestra vida donde las puertas del amor y el crecimiento se abren de par en par. Para dar segundas oportunidades, debemos ser capaces de atender la magia de cada persona y su potencialidad para enriquecernos con sus historias personales, y sus accesos a otra parte de la realidad que no conocemos. Pero sobre todo, para recibir una segunda oportunidad o darla debemos ser grandes en espíritu, dejar el Yo del primer capítulo perdido, y comparar la belleza que tenemos en frente con la de una realidad alterna en donde esa persona o evento no existiera.
Te invito a mirar fijamente lo que tienes al frente, quizás te estás perdiendo el más grande espectáculo de toda la tierra.