La búsqueda de Esteban
Esteban era un joven de15 años de edad que quería encontrar el sentido de la vida, tenía muchas preguntas sobre el mundo y sobre su propio ser, pero no sabía por dónde empezar, así que emprendió un largo viaje en el que conoció el mar y se maravilló de su inmensidad al mismo tiempo que aprendía sobre el trabajo de marinero, en la selva disfrutó de la buena comida y el abrigo de las estrellas, en el desierto se encontró con el silencio, el frio y el calor extremos, después de mucho andar llegó al templo de Apolo en Delfos y ahí se encontró con la famosa frase que afirma: “Conócete a ti mismo” un hombre viejo solicitó su ayuda para llevar unas bolsas pesadas y le preguntó de dónde venía y a dónde se dirigía, Esteban le contó que venía de América del sur buscando respuestas y que no sabía cuál sería su próximo destino, el anciano lo invitó a quedarse esa noche en su casa y al saber de las aventuras de Esteban y sus intereses trascendentales, le contó de un tesoro escondido en Asia occidental, le entregó un mapa que había guardado durante décadas en las que postergó el viaje por compromisos laborales, decidió que Esteban podía irlo a buscar, ya que el anciano consideraba que ya estaba próximo a morir y que ya no tenía las fuerzas para emprender semejante aventura.
Al amanecer Esteban se despidió de su amigo y le prometió que volvería para contarle de su viaje. Esteban emprendió su viaje encontrándose con diferentes desafíos por tierra y mar, así mismo encontró que muchas personas lo veían como un enemigo e intruso por su aspecto físico y su manera de vestir, Esteban estaba siendo atacado por un grupo de hombres que querían sus pertenencias, un joven les arrojo a los agresores una manta cubriendo sus vistas y los empujó, le hizo señas a Esteban invitándolo a que lo siguiera, corrieron como locos hasta llegar a una edificación abandonada y ahí Esteban pudo descansar y recuperar fuerzas.
Al día siguiente se despidió de su joven amigo para seguir su viaje, pero el joven le pidió que le permitiera acompañarlo ya que deseaba abandonar ese lugar, Esteban comprendió que sería más fácil sobrevivir con la compañía del joven que conocía mejor la geografía de la región y sus costumbres, así que lo invitó a acompañarlo, el joven se llamaba Ahmed.
Ahmed y Esteban viajaron durante varios días, pero el mapa se volvió confuso, por fin llegaron a un monasterio ortodoxo en donde encontraron una nueva pista que los llevó a un pueblo cristiano en el que había muchas ruinas a causa de guerras internas de la región, allí se quedaron dormidos, cansados y con hambre.
Ahmed motivaba a Esteban a salir cuanto antes de ahí para ir a América del sur, pero Esteban deseaba encontrar el tesoro, caminaron dos días más y encontraron el lugar, pero después de buscar mucho no encontraron nada, en ese lugar llegaron al acuerdo de descansar esa noche y partir al día siguiente.
En el sueño de esa noche Esteban vio una fuente de agua pura que emitía destellos coloridos, decidió bañarse y allí aparecieron en el fondo del agua el reflejo de episodios de sus viajes, aventuras, desventuras y aprendizajes, en ese momento Esteban despertó.
Al amanecer emprendieron el viaje de regreso, llegaron a Grecia para visitar al viejo, pero ya había muerto, Esteban oró dando gracias a Dios por haberlo conocido y por el mapa que le permitió emprender su viaje a Asia occidental.
Al llegar a América del sur Ahmed conoció a una joven con la que conformó una familia y empezó a trabajar como comerciante, Esteban se dedicó a trabajar como guía turístico y seguía disfrutando de recorrer caminos, de vivir aventuras y de hacer nuevos amigos.
