El caso de Eva Blanco es uno de los más estremecedores y trágicos en la historia criminal de España. Eva Blanco, una joven de tan solo 16 años, desapareció el 20 de abril de 1997 en la localidad madrileña de Algete. Lo que comenzó como una desaparición común y corriente pronto se convirtió en una pesadilla para su familia y toda la nación española.
Las semanas pasaron y no hubo señales de Eva. La policía y los medios de comunicación se involucraron en la búsqueda desesperada de la joven, pero las pistas eran escasas y la incertidumbre crecía con el tiempo. Entonces, el 20 de mayo de 1997, un mes después de su desaparición, el cuerpo sin vida de Eva Blanco fue encontrado en un barranco cerca de la localidad de Manzanares el Real.
La noticia conmocionó a España entera. Las circunstancias de su muerte, marcada por la violencia y el desconcierto, dejaron a la sociedad incrédula y horrorizada. Las investigaciones apuntaron hacia un sospechoso, Antonio Anglés, quien estaba siendo buscado también por su presunta implicación en otro caso de desaparición y asesinato: el de las niñas de Alcàsser. Sin embargo, Anglés logró escapar y hasta el día de hoy permanece en paradero desconocido.
El caso de Eva Blanco no solo sacudió a España por la brutalidad del crimen, sino también por las deficiencias en el sistema judicial y policial que permitieron que su asesino escapara de la justicia. La tragedia de Eva Blanco sigue resonando en la conciencia colectiva como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de mantener viva la búsqueda de la verdad y la justicia para las víctimas y sus familias.
