Todos los vecinos de Esperanza Sur sufren una conmoción a cuenta de una trastada de Jonathan y Mecos , que simulan que se ha producido un incendio. Tras descubrir que se trata de una broma de los dos adolescentes, Chema decide darles un sermón sobre el porvenir que les espera con este tipo de actitudes. Mecos se queda tocado con la charla del tendero y decide apuntarse al Ejército para hacer algo con su vida.
Mientras, Fidel está muy contento porque sólo le queda la última prueba para conseguir una importante beca de estudios. Pero todo se complica cuando se entera de que la beca es concedida por un comité presidido por un profesor homófobo. Además, los García deciden mandar una carta a Aída, y Luisma descubre que se pueden mandar cosas en paquetes, por lo que se empeña en irse metido a Cuba en una caja para ver a su hermana. Por último, el Ayuntamiento quiere cambiar el nombre de la calle y da a los vecinos la posibilidad de expresar sus opciones preferidas.