Parecía una buena idea emprender aquel viaje. En esa época del año la carretera era menos transitada y el lugar prometía ser un espacio adecuado para el trabajo que Silvana Medina tenía en mente.
Esa mañana, poco antes de salir, Silvana había llamado al albergue donde llegarían y pasarían la noche. Aprovecharían todo el día siguiente para investigar los alrededores y preparar un buen material para el blog. Era un alivio que Manuel consiguiera el permiso en la oficina para acompañarla, aunque ella estaba decidida a realizar el viaje, así fuera sola o acompañada.
¿Por qué tuvo que pasar eso? ¿Fue, simplemente, mala suerte? ¿Estuvieron en el lugar y momento equivocado o es que en algún momento tomaron el camino errado?
Gamaliel presenta “La Torre del Ermitaño”
