Una figura pública me llamó a cancelar una entrevista. Sin saber que lo tenía en el altavoz del carro, me dijo: "Voy a tener que cancelar nuestra entrevista de mañana. Olvidé que a esa hora estaré en el médico. Tengo mi examen anual de la próstata y me van a meter un dedo en el culo". Tan pronto colgó, Luciana, mi hija de 12 años, que hasta ahora guardaba cuidadoso silencio, giró sobre el asiento del copiloto y me preguntó… ¿qué es lo que van a hacerle mañana al concejal?