Anteriormente vimos las ciudades importantes donde se vio el mover de Dios por medio del surgimiento de teólogos y maestros que pudieron defender y cuidar a la iglesia por medio del celo por la doctrina.
Ahora veremos los como afecto al desarrollo de la iglesia la llegada de Diocleciano, el último Emperador pagano; y Constantino, el primer Emperador cristiano.