Diosno castiga ni reprende a Habacuc por exponer su queja basada en el conocimiento del carácter de Dios y el conocimiento que manifiesta sobre los caldeos. Esta respuesta de Dios le hace ver a Habacuc lo importante que es confiar en Dios.
Dios exhorta a que Habacuc haga la visión accesible a todo el pueblo, para animar a los justos a seguir una vida de fe. Tienen que confiar en sus planes soberanos y mantenerse fieles a sus preceptos. Aunque vengan tiempos peores a causa de la invasión, deben estar seguros de que un día Babilonia será derrotada.
Habacuc había cuestionado el compromiso de Dios con su pueblo y su santidad; no veía que Dios castigara la injusticia, no entendía por qué utilizaría un pueblo más cruel y pagano para cumplir su juicio. Y Dios le responde que él está presente en medio del pueblo en su santo templo. Nunca estuvo lejos, ahora verán la manifestación de su voluntad en poder. Cuando Dios habla su pueblo escucha, cuando Dios actúa su pueblo observa.