En los capítulos 18 al 19 de Ezequiel, Dios aborda la idea de la justicia individual y no heredada. Muestra que las personas justas vivirán y que el castigo recae en aquellos que cometen injusticias. También se lamenta por los malvados reyes de Judá y la desaparición de Judá como nación. Estos pasajes apuntan al Evangelio y la gracia de Dios. Jesús se sacrificó por nuestros pecados y nos llama a la justicia. Debemos arrepentirnos de nuestros pecados y confiar en Jesús como nuestro Señor y Salvador.
Puntos importantes