En los capítulos 4 al 6 de Daniel, vemos cómo Dios humilla a los reyes y líderes orgullosos, pero también muestra misericordia y gracia. Daniel interpreta sueños y escrituras, y siempre señala a Dios como el verdadero gobernante. En el capítulo 4, el rey Nabucodonosor es humillado y luego se arrepiente y alaba a Dios. En el capítulo 5, Belsazar es juzgado por usar los vasos sagrados para adoración pagana. En el capítulo 6, Daniel es arrojado al foso de los leones pero es salvado por Dios. Estos eventos apuntan al Evangelio y nos enseñan a humillarnos ante Dios y darle toda la gloria.
Puntos importantes