La noche del viernes 25 de Marzo, el mundo de la música conoció una devastadora noticia. Taylor Hawkins, legendario baterista norteamericano, asociado en sus inicios a artistas como Alanis Morrisette y desde hace 30 años, el fiel amigo y compañero de Dave Ghrol en la banda Foo Fighters, había muerto.
Taylor estaba listo para presentarse con la banda en el cierre del primer dia del Festival Estereo Picnic realizado a las afueras de Bogotá, cuando horas más temprano su cuerpo fue hallado sin vida en el hotel donde se estaba hospedando con la banda. Su muerte se produjo por una falla cardíaca producto de una aparente sobredosis, teniendo en cuenta sus antecedentes con el uso de antidepresivos y estupefacientes, así como por el hecho de que su cuerpo fue hallado sin signos de violencia antes de presentarse en el Festival.
Más allá de las razones de su muerte y sin el menor deseo de profundizar en los momentos previos que posiblemente lo llevaron a encontrar su fin en una habitación de hotel, en éste episodio hago un breve recuento de su vida artística, su aporte a la música y porque muchos lo consideraban el mejor baterista de su generación.
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