1 Corintios 3:9-11, 16-17
Pues ambos somos trabajadores de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.
Por la gracia que Dios me dio, yo eché los cimientos como un experto en construcción. Ahora otros edifican encima; pero cualquiera que edifique sobre este fundamento tiene que tener mucho cuidado. Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo.
¿No se dan cuenta de que todos ustedes juntos son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios vive en ustedes? Dios destruirá a cualquiera que destruya este templo. Pues el templo de Dios es santo, y ustedes son este templo.
Preguntas
Sobre qué estamos construyendo nuestra relación: sobre nuestras fuerzas o sobre Cristo?
Qué materiales usamos más en nuestro matrimonio: amor, paciencia y verdad… o crítica, desconfianza y orgullo?