Salmo 50:3 - 4 18 y 19
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/. Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. El sacrificio agradable a Dios es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.
Preguntas
Acompañas tu fe con las obras?
Te acercas al Señor con un corazón contrito y humillado cada que lo consideras necesario?