Nunca podrá existir un propósito definido en la vida, si siempre nos dejamos guiar o arrastrar por las mismas malas experiencias o las decisiones equivocadas que hayamos tomado.
Los escenarios perfectos no existen. Sin excepción, todos tenemos una historia, de la cual podemos extraer lo mejor y al mismo tiempo reaprender, para no cometer los mismos errores.
Quienes no superan el pasado, son personas que por lo usual están acostumbradas a tomar decisiones basadas en sus fracasos y por extraordinario que parezca, mientras más persistamos en esta estructura de desesperación, más de lo mismo estaremos atrayendo a nuestra vida.
Con tantos estudios e investigaciones se ha comprobado que el poder de nuestros pensamientos es como un imán, que atrae todo lo que generamos en la mente. Cuando decidimos seguir aferrados al pasado, es como si el Universo se confabulara contra ti para evitar que cumplas lo que quieres. En otras palabras, te conviertes en lo que piensas; pero también atraes lo que sientes.
Al pasado no lo podemos cambiar, es completamente irreversible; pero tampoco debemos permitir convertirnos en esclavos del mismo.