Solemos buscar la abundancia equivocadamente en la dimensión material y económica. Sin embargo, la verdadera riqueza y prosperidad surgen al reconectar con el ser. Es entonces cuando sientes que aquí y ahora tienes lo que necesitas para ser feliz. En nuestras vidas todos hemos sido condicionados, programados para regirnos desde un viejo paradigma. Es decir, un sistema de creencias basado en la ignorancia del ego, el cual nos aleja de la sabiduría de nuestra propia esencia. Por este proceso que vivimos todos los días no hemos convencidos de que el bienestar y la felicidad dependen de la satisfacción de nuestros deseos. De ahí que nuestra principal motivación sea saciar nuestro propio interés.