Somos perdonados de nuestras faltas por medio del sacrificio de Jesús en la Cruz. Y somos llamados a perdonar porque ahora nuestra vieja naturaleza es quitada y la verdadera ha sido puesta, el(amor, perdón, mansedumbre, misericordia) ahora son quienes nos gobiernan. Gracias a la majestuosa y divina sangre de Cristo Jesús.