En este episodio, Juan Antonio Cebrián nos sumerge en uno de los capítulos más agitados y polémicos del siglo XIX español: la tensa y tormentosa relación entre Isabel II de España y su esposo, el controvertido Don Antonio de Orleans, duque de Montpensier.
El matrimonio, nacido de intereses políticos y dinásticos, fue desde el principio un nido de tensiones. Isabel II, una reina marcada por las intrigas palaciegas y las constantes presiones, encontró en Antonio de Orleans no un aliado, sino un rival con ambiciones propias. El duque aspiraba al trono y no dudó en conspirar desde la sombra para lograrlo, alimentando revueltas y alianzas que contribuyeron a desestabilizar el reinado.
Cebrián retrata este duelo de voluntades con maestría, desvelando la trastienda de un matrimonio regio convertido en campo de batalla político, en una España sacudida por la inestabilidad, las guerras carlistas y los vaivenes del liberalismo.
Una historia de poder, traición y ambición en la que la corona fue tan pesada como el silencio de los pasillos del palacio.
