En el último análisis del índice de quiebras empresariales de los principales países europeos, con datos de Eurostat, los resultados para España son alarmantes.Las quiebras en España han crecido un 52%, un dato que contrasta fuertemente con el optimismo oficial.La situación en España es particularmente grave en comparación con otros países europeos, lo que plantea preguntas sobre la eficacia de las políticas económicas actuales y la capacidad del gobierno para gestionar la crisis. Este aumento en las quiebras no solo afecta a las empresas, sino que también tiene un impacto significativo en el empleo y la economía en general.